Desde siempre me han gustado los tatuajes. Cuando era más jóven  me causaba mucha intriga el porque las personas decidían ponerse cosas en la piel y que era lo que significaba. Honestamente nunca pensé que lo tatuajes fueran de gente mala (aunque los señores que veía en los camiones me asustaran un poco) por eso siempre quise uno, no sabía ni cuando, ni que, pero yo quería uno. La verdad es que no me animaba, porque me daba miedo que mi mamá me descubriera y me corriera de la casa o me cortara la piel como amenazaba de vez en cuando cuando se mencionaba la palabra tatuaje a la hora de la comida, pero yo estaba decidida. Así fue cuando un día, fui a visitar a mi mejor amiga Mariejo que estudiaba en Ocotlán y mientras caminábamos por el centro nos topamos con un estudio de tatuajes y creo que fue un momento de mejores amigas donde las dos nos volteamos a ver y sabíamos que ese era el momento para hacerlo.

Obviamente, tiene significado. No crean que solo lo hice por contradecir a mi mamá y sentirme rebelde. La frase "Depuis toujours dans tes revés" (desde siempre en tus sueños) es de una de mis películas favoritas. Y no por un significado romántico como en la película, si no porque todo lo que quiero esta en mis sueños. Antes de que me tatuaran me dijeron que me iba a doler muchísimo porque estaba en las costillas y que yo era muy flaca y no se que, pero la verdad no dolió nada. Esa es mi teoría del porque seguí tatuandome. 

Mi segundo tatuaje me lo hice casi un año después del primero. El tatuador se llama Jimmy y hace cuatro años tatuaba en Nomádas (desconozco si sigue ahí, o si sigue viviendo en GDL). Fue un diseño original de mi amigo Dani, y aquí no se ve pero el hilo es color rojo. Es uno de mis tatuajes favoritos, además de que fue el primero que mi papá me descubrió, pensé que me iba a regañar (mi papá nunca fue taaaaan dramático con la idea de los tatuajes como mi mamá) obviamente no creo que a ningún papá le cause mucha gracia ver a su hijita toda rayada, pero se me olvidaba que mi papá no era un papá común y solo le dio mucha risa y me amenazó con acusarme con mi mamá durante meses.






El cuarto tatuaje me lo hice en honor a mi abuela Ana (la mamá de mi papá) y por todas mis tías, que desde que tengo memoria todas disfrutan de bordar cosas tan laboriosas y tan bonitas! y afortunadamente, tengo ese mismo hobby. Lo que más recuerdo de mi abuela es verla sentada en su sillón llena de hilos y de cajas de galletas que obviamente no tenían hilos bordando siempre una cosa diferente. Este también fue un diseño original y lo tatuó  mi tatuador favorito Ivan Kamargio, si tienen chance chequen su trabajo y si pueden ¡vayan con él! que es buenísimo.



 Mi séptimo tatuaje fue el primero que me hice en Monterrey, cuando tenía (mas o menos) como mes y medio de llegar aquí. Aventurarte a vivir sola es difícil y si lo haces en una ciudad donde no conoces a nadie y  no tienes a tu abuelita para que te haga caldito de res cuando te sientes triste, no tienes a tus hermanas para dormir con ellas cuando ves una película de terror y te mueres de miedo, no tienes a tu papá para que te espere donde te deja el camión cuando llegues de trabajar...es EL TRIPLE DE PEOR!!!! Este cambio ha sido el más grande que he tenido en mi vida, me ha hecho cuestionarme un montón de cosas y claro, me ha hecho madurar en muchas otras. Pero siempre he tenido que tener en mente que tengo que ser muy fuerte y que pase lo que pase tengo que perseguir lo que quiero. Y como dice la canción de Placebo, me tengo que demostrar que nadie ni nada me puede romper.